Un sistema de Circuito Cerrado de Televisión funciona tras la instalación de un sistema de cámaras de seguridad que permiten comprobar desde otra ubicación (en forma remota), el funcionamiento o estado de su negocio o propiedad.
En la actualidad, la protección de activos es una prioridad tanto para empresas como para barrios cerrados y hogares. Un circuito cerrado de TV es un sistema integral de videovigilancia, que puede adaptarse a las necesidades de prácticamente cualquier lugar y tiene múltiples aplicaciones en la protección anti robo, en el control de procesos productivos, en la vigilancia de niños y muchas otras funciones. En este artículo te contamos cómo opera un CCTV, qué alternativas tecnológicas ofrece el mercado y qué debes hacer para asegurarte que la solución que implementes te brinde los resultados que necesitas.
Desde hace unos años, la vigilancia mediante video ha alcanzado todos los aspectos de nuestra vida. Comenzamos viendo esta arquitectura en las películas, como elemento distintivo de la ciencia ficción, pero en la actualidad ya no nos asombra su presencia masiva, tanto en lugares públicos como privados. La decisión de instalar un circuito cerrado de TV, o CCTV según su sigla, es muy habitual y ya no se limita a grandes empresas, organismos públicos o complejos residenciales, sino que alcanza a hogares particulares y pequeñas organizaciones en búsqueda de la tan ansiada tranquilidad.